El agua tratada proviene en realidad de plantas especializadas en el tratamiento de aguas residuales, provenientes del uso doméstico, industrial y comercial. Toda el agua que pueda ser aprovechable (incluyendo la de los baños), puede ser candidata a pasar por un proceso o tratamiento para limpiarla, mediante la destilación, electrodiálisis, ósmosis inversa y evaporación.

Es importante saber que las aguas residuales, una vez que han sido tratadas en las plantas mencionadas para eliminar residuos fecales, olores y compuestos sólidos, son empleadas en la agricultura o para el riego de parques o camellones, en las ciudades.

Este tipo de aguas tratadas aún contienen una gran variedad de  microrganismos, bacterias y virus que pueden causar enfermedades graves, por lo que definitivamente, es agua que no es segura para beber, bañarse o el aseo doméstico, debido a que se puede contraer hepatitis, cólera, salmonelosis, disentería, etc.  

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